PROFESOR: Lucio Ciampoli
REGISTRO
PEDAGOGICO
A comienzos de
abril desarrollamos la secuencia didáctica “juegos grupales de cooperación y
oposición por bandos”, perteneciente al eje “Las practicas corporales
ludomotrices en interacción con otros”. Esta perseguía los siguientes
objetivos:
·
Desarrollar
acciones originales en el contexto específico de juego y fundadas en la
comprensión del rol particular que se ocupa dentro del mismo y el objetivo a
lograr.
·
Reconocer
las acciones predominantes identificando el sentido de las mismas
·
Reflexionar y dialogar sobre las acciones posibles
durante los juegos grupales para
cooperar con sus compañeros
Progresando en
el esquema de evolución de las tareas previsto, sucedió de manera frecuente que
algunos alumnos dejaban de participar en las actividades, aun a pesar de haber
dado cuenta de ser capaces en ocasiones anteriores de comprender y resolver
motrizmente los desafíos propuestos. A raíz de esto, comencé a indagar acerca
de las causas posibles, al observar el entorno en el que se desarrollaban las
clases registre que estaban cargadas de:
Insultos a
compañeros y rivales →Violencia física→ Palabras de menosprecio por apariencia
o desempeño en los juegos→ Un marcado apego a resultar victorioso por sobre el
disfrute de realizar las carreras.
En primera
instancia, intente dar solución rápida al problema identificando y
explicitándolo frente al grupo, para luego generar el debate sobre las razones
(atribuidas al entorno) y las posibles soluciones a ello. Al hacerlo,
aparecieron las voces de aquellos que dejaban de jugar, quienes alegaron su
displacer al participar en juegos en los que siempre pierden y además reciben
burlas constantes por algunos de los participantes. Además catalogaron como
injustas las carreras de relevo (con predominio de las acciones motoras
básicas) puesto que siempre ganaban los mas rápidos.
Aunque en
primea instancia no hubo registro escrito de lo acontecido, lleve adelante
modificaciones en la secuencia didáctica, ya que habiendo progresado en la
línea de evolución de tareas hasta los juegos de cooperación y oposición en
espacio compartido, decidí realizar simultáneamente, carreras de relevo simple
en los que se modificaron tanto la FORMA del juego, como las acciones
predominantes, además de poner nombres a las carreras que ayudaran a los alumnos
a construir nuevos significantes sobre las carreras de relevo, así surgen las
carreras de chinchulines, de patadotas y de cucuruchos.
Luego de esto,
realizamos una experiencia áulica en la que dibujaron una actividad elegida,
mientras tanto dialogamos sobre lo acontecido en las carreras, al hacerlo,
algunos niños afirmaron que sintieron que podían ganar a los mas rápidos, puesto que no se
trataba de saltar o correr rápido, sino de llevar la pelota sin que se escape
para llegar primero.
Además,
establecimos claramente que aquellos niños o niñas que se burlaran o agredieran
a alguno de sus compañeros, no podrían permanecer en el juego, puesto que se
trata de que todos disfruten el juego, sin importar su apariencia o desempeño.
Sumado a las resistencias iniciales que manifestaron PRINCIPALMENTE aquellos niños que siempre ganaban, al
realizar acciones motrices no estandarizadas, se suscitaron escenas intensas al
momento de intentar excluir a aquellos alumnos que agredían o insultaban. Luego
de 2 clases, los alumnos que agredían comenzaron a mostrarse mas sumisos a
retirarse del juego por sus acciones. Y la permanencia de los jugadores que
antes claudicaban, desapareció.
A raíz de todo
esto, fue que comencé a reflexionar sobre la importancia de pensar sobre el
tenor de las acciones presentes en las actividades, sobre todo por su
incidencia en la asignación de sentidos por parte de los niños. La principal
dificultad encontrada al hacer esto fue la de modificar las actividades sin que
estas perdieran su lógica y estructura motivacional, pero al analizar el nombre
del eje de contenidos “Las actividades corporales ludomotrices en interacción
con otros” y centrarme en la segunda parte de la oración, “En interacción con
otros” me convencí de que mi tarea docente debía incluir en las clases, saberes
ligados a los modos de jugar. A modo de síntesis recupero una afirmación del
investigador Victor Pavia:
Tanto construcciones culturales, las
distintas formas de juegos y el modo de jugarlos son menos un recurso que un
contenido relacionado con el ejercicio de un derecho.
Quien acuerde con esa afirmación,
coincidirá con nosotros en que la misma genera compromisos. En primer lugar,
con el análisis crítico actualizado de
las formas del juego y los modos de jugar que predominan hoy en los diferentes
escenarios de la vida cotidiana escolar. En segundo lugar, con la construcción
de nuevos conocimiento para el diseño de mejores espacios y propuestas de juego.
En tercer lugar, con las adecuaciones curriculares y arquitectónicas
consecuentes, no sólo a nivel de la educación inicial y básica.
OBJETIVOS:
Lograr que todos los niños participen activa y
conscientemente en las actividades, reconociendo la importancia de divertirse y
aprender, por sobre la de competir de manera irreflexiva.
Que los alumnos vivencien todos los resultados
posibles de un juego de competencia por bando, logrando explotar al máximo las
sensaciones acontecidas durante su desarrollo.
Que los alumnos, reconozcan y comprendan los
problemas que se presentan a sí mismo y
a los otros al resolver las tareas.
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