Todos los niños tienen derecho a la identidad.
Todos los niños tienen derecho a una identidad oficial registrada en un certificado de nacimiento, así como el derecho a adquirir una nacionalidad, conocer a sus progenitores y recibir sus cuidados. Sin una inscripción oficial al nacer o sin documentos de identificación, los niños pueden quedar excluidos del acceso a servicios fundamentales como la educación, la atención de la salud y la seguridad social.
En muchos países, hay niños que no tienen existencia legal por lo tanto a los ojos de la ley no tienen nombre. Entonces, se encuentran en gran peligro de ser ilegalmente explotados, ya sea por el trabajo, la prostitución y los tráficos de todas clases.
La familia desempeña un papel primordial en la transmisión de la cultura y en la construcción de la subjetividad y la identidad. El niñ@ al nacer, se identificará primeramente con su familia.
Se lo reconocerá con un nombre, inscripción simbólica que no es sólo un nombre, sino su nombre propio, pues incluye la historia del apellido, la “novela familiar”, y una ubicación en el árbol genealógico.
El niñ@ se nombra a sí mismo como lo nombran. Al nombrarse nombra su relación con sus padres, y así su ubicación en el sistema del parentesco.
La forma y expresividad particular de cada cuerpo y la historia personal son elementos fundantes de una identidad a la que aludimos con el nombre propio.
¿Quién le puso el nombre a la luna?
¿Habrá sido la laguna, que de tanto verla por la noche decidió llamarla luna?
¿Quién le puso el nombre al elefante?
¿Habrá sido el vigilante, un día que paseaba muy campante?
¿Quién le puso el nombre a las rosas?
¿Quién le pone el nombre a las cosas?
Yo lo pienso todos los días.
¿Habrá un señor que se llama Pone nombres que saca los nombres de la Nombrería?
¿O la arena sola decidió llamarse arena y el mar solo decidió llamarse mar?
¿Cómo será?
(Menos mal que a mí me puso el nombre mi mamá).
Un relato de Mirta Goldberg, publicado en la serie de cuentos para los derechos del niño, Cuento con Vos. ⬅️
Fuente: Mi Sala Amarilla.
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