Los alumnos ingresan a la escuela con un desempeño en la lengua oral, coloquial y familiar que depende de sus condiciones personales y del contexto social y cultural. La escuela debe desarrollar y enriquecer incorporando paulatinamente la lengua estándar y dentro de ella los registros formales.
Formar lectores inteligentes, voluntarios, habituados a leer, críticos y autónomos que experimenten el placer de leer e incorporar la lectura a sus actividades cotidianas, es tarea prioritaria.
La escritura de su propio nombre y el de sus compañeros le permite desarrollar la conciencia léxica a partir de una palabra sumamente importante para cada uno y también prestar atención a cada uno de los sonidos de su nombre (conciencia gráfica y fonológica).
- Reconocer el nombre propio como parte de su individualidad y la individualidad del otro.
- Reconocer las letras de su nombre.
- Iniciarse en la lectoescritura.
- La lectura de palabras que conforman textos con abundantes ilustraciones y de fragmentos de textos.
- La escritura de palabras que conforman un texto que puedan ser comprendidas por ellos y por otros, así como la revisión de las propias escrituras para evaluar lo que falta escribir, proponer modificaciones y realizarlas.
- Anticipación de resultados: se espera que los alumnos logren reconocer diferentes palabras u oraciones que van a ser trabajadas a lo largo de la secuencia del cuento y que puedan recurrir a ellas cada vez que lo necesiten o para la escritura de otras palabras que comiencen de la misma manera.
- Que reconozcan en esas palabras los diversos sonidos que la componen, cantidad de sonidos.
- Que logren la construcción de palabras desarrollando una mayor conciencia fonológica a través del autodictado en principio por parte del docente y luego de ellos mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario